La última milla es una fase esencial en la logística moderna, donde la sostenibilidad y la satisfacción del cliente deben ser prioritarias. Para lograrlo es necesario implementar tecnologías innovadoras, diversificar los métodos de entrega y optimizar los recursos. Conoce la manera en que las empresas pueden lograr una buena gestión de la última milla y así obtener una ventaja competitiva significativa en el mercado.
Índice
¿Qué es la última milla?
La última milla es el tramo final en el proceso de distribución de bienes y servicios, desde un centro de distribución o almacén hasta el destino final, que suele ser el cliente. Es una de las etapas más críticas en la logística, ya que impacta directamente en la experiencia del consumidor.
Su eficacia depende de múltiples factores, como la optimización de rutas, la disponibilidad de transporte adecuado y el uso de tecnología avanzada para el seguimiento de envíos.
En el comercio electrónico, la última milla ha cobrado gran relevancia debido a la necesidad de entregas rápidas y flexibles, impulsando la adopción de soluciones innovadoras como lockers inteligentes, drones y vehículos eléctricos.
Importancia de la última milla en la logística
La última milla es una de las estrategias más importantes en logística, solo echa un vistazo a todo lo que aporta:
Impacto en la satisfacción del cliente
La entrega rápida es una expectativa clave para los consumidores. Un servicio de última milla optimizado garantiza que los productos lleguen en buen estado y en el menor tiempo posible, lo que mejora la experiencia del cliente y la fidelización.
Optimización de costos
Los costos de la última milla pueden representar hasta el 50% de los gastos totales de transporte. Implementar buenas estrategias reduce costos operativos, disminuye devoluciones y optimiza el uso de los recursos logísticos.
Sostenibilidad y eficiencia
Las entregas rápidas contribuyen a la reducción de emisiones de carbono mediante el uso de tecnologías innovadoras, como flotas eléctricas y rutas optimizadas, promoviendo la logística sostenible.
¿Cómo implementar la última milla en tu empresa?
Implementar una estrategia de última milla requiere planificación, tecnología y optimización de recursos. Veamos los pasos clave para lograrlo.
Usa un software de gestión de rutas
El uso de software de gestión de rutas hace que se planifiquen recorridos eficientes, reduciendo costos y tiempos de entrega. Herramientas con inteligencia artificial pueden analizar factores como el tráfico, las condiciones climáticas y la disponibilidad de transportistas para minimizar retrasos.
Aplica tecnología de seguimiento en tiempo real
Brindar visibilidad a los clientes sobre el estado de sus pedidos mejora la confianza y reduce las consultas de servicio al cliente. Sistemas de rastreo GPS y plataformas de notificación automatizadas ofrecen tiempos de entrega precisos.
Diversifica las opciones de entrega
Ofrecer opciones como puntos de recolección y entrega programada mejora la flexibilidad y optimiza la distribución. Es una estrategia útil en zonas de alta congestión vehicular.
Gestiona la flota de transporte
Contar con una flota propia o asociarse con empresas de transporte tercerizadas ahorra dinero y mejora la capacidad de respuesta. Vehículos eléctricos y bicicletas de carga pueden ser una alternativa sostenible para mejorar la operativa en áreas urbanas.
Mejorar la logística inversa
La gestión de devoluciones es un aspecto elemental de la última milla. Diseñar un proceso eficiente para la recolección y reubicación de productos ayuda a reducir tiempos de procesamiento, además de mejorar la experiencia del cliente.
Evalúa el rendimiento de la estrategia
Monitorear indicadores como el tiempo de entrega, el porcentaje de entregas exitosas y la satisfacción del cliente hace posible identificar áreas de mejora y ajustar la estrategia en función de los resultados.
Desafíos de la última milla
Por supuesto, la implementación de la última milla no está exenta de desafíos que se deben superar:
Costos operativos
La última milla es una de las etapas más costosas del proceso logístico, representando hasta el 53% del costo total de envío. La necesidad de realizar entregas rápidas, personalizadas y en múltiples ubicaciones genera un impacto significativo en los gastos de las empresas.
Entre los principales factores que incrementan estos costos se encuentran el combustible, el mantenimiento de vehículos, la gestión de devoluciones y el personal de reparto.
Además, el aumento de la demanda de entregas a domicilio y la presión por ofrecer envíos gratuitos han llevado a muchas empresas a asumir estos costos sin trasladarlos al consumidor, afectando su rentabilidad.
Congestiones urbanas
Con el crecimiento del comercio electrónico y la demanda de envíos rápidos, las ciudades han experimentado un incremento en el número de vehículos de reparto, lo que contribuye a la saturación del tráfico.
Esta situación genera retrasos en las entregas, mayor consumo de combustible y un impacto negativo en la experiencia del cliente. A eso se suma las restricciones de circulación en ciertas zonas, como los centros históricos o áreas con alta densidad poblacional, dificultando aún más la distribución.
Exigencia de rapidez
En la era del comercio electrónico y la digitalización, los clientes esperan entregas cada vez más rápidas, con plazos que van desde el mismo día hasta pocas horas después de la compra.
La exigencia de rapidez representa un gran desafío para las empresas logísticas, ya que deben equilibrar la velocidad con la eficiencia operativa y los costos. La presión por cumplir con estos tiempos ajustados puede generar problemas como errores en los pedidos, dificultades en la planificación de rutas y un aumento en la carga de trabajo de los repartidores.
Para responder a esta demanda, las empresas han adoptado soluciones como la implementación de centros de distribución urbanos para reducir distancias y la automatización en la preparación de pedidos.
¿Cómo mejorar la distribución en la última milla?
Una vez superados los desafíos, es tiempo de implementar algunas mejoras que pueden hacer maravillas por tu logística:
Implementación de tecnología avanzada
La última milla es una de las fases más críticas en la logística, ya que impacta directamente en la experiencia del cliente y en los costos operativos de las empresas. Para optimizar este proceso, la implementación de tecnología avanzada se ha convertido en un factor clave. Algunas estrategias tecnológicas para optimizar la distribución en la última milla incluyen:
- Rastreo en tiempo real: Implementación de GPS y sistemas de seguimiento para monitorear la ubicación de los envíos en tiempo real, brindando mayor transparencia y confianza al cliente.
- Optimización de rutas: Mediante el uso de algoritmos y software de planificación, las empresas reducen distancias, tiempos de entrega y costos de combustible.
- Uso de drones y vehículos autónomos: Son soluciones innovadoras que agilizan la entrega en zonas urbanas congestionadas o de difícil acceso.
- Automatización de almacenes y centros de distribución: El uso de robots y sistemas inteligentes mejora la velocidad y precisión en la preparación de pedidos.
- Aplicaciones móviles y notificaciones inteligentes: Permiten a los clientes programar entregas, recibir actualizaciones en tiempo real y mejorar la experiencia de compra.
Diversificación de los métodos de entrega
Es un hecho que las empresas deben diversificar sus métodos de entrega. Al ofrecer múltiples opciones, es posible reducir costos, optimizar tiempos y mejorar la experiencia del usuario por medio de:
- Puntos de recolección y lockers inteligentes: Para que los clientes recojan sus pedidos en ubicaciones estratégicas, evitando fallos en la entrega y reduciendo la congestión en las rutas.
- Uso de bicicletas y vehículos eléctricos: Una alternativa sostenible y eficiente para entregas en entornos urbanos con tráfico denso o restricciones ambientales.
- Entregas colaborativas y crowdsourcing: Es decir, la asociación con conductores independientes o plataformas de reparto para ampliar su cobertura de distribución.
- Envíos programados y entregas nocturnas: Ofrecer horarios flexibles mejora la conveniencia para los clientes y optimiza la planificación logística.
Colaboraciones y alianzas estratégicas
La creación de colaboraciones y alianzas estratégicas entre empresas del sector logístico, minoristas y proveedores de tecnología es útil para compartir recursos, ampliar la cobertura de distribución y mejorar la experiencia del cliente. Para hacerlo:
- Uso de redes logísticas compartidas: Empresas pueden colaborar para utilizar almacenes, centros de distribución y flotas de transporte conjuntas, reduciendo costos operativos.
- Integración con marketplaces y plataformas de e-commerce: Asociarse con grandes plataformas para mejorar el alcance y optimizar las entregas mediante infraestructuras ya establecidas.
- Colaboración con empresas locales de reparto: Trabajar con compañías especializadas en entregas urbanas para agilizar la distribución en zonas de difícil acceso.
- Acuerdos con tiendas físicas como puntos de recolección: Permitir la recolección de pedidos en establecimientos asociados mejora la flexibilidad y reduce la presión sobre las entregas domiciliarias.
- Desarrollo conjunto de tecnología logística: Aliarse con empresas tecnológicas facilita la implementación de soluciones como inteligencia artificial, rastreo en tiempo real y optimización de rutas.
Mejora en la comunicación con el cliente
La falta de información sobre el estado de los envíos genera incertidumbre y reduce la satisfacción del consumidor. Para optimizar este aspecto, las empresas deben implementar estrategias que garanticen una comunicación clara, rápida y personalizada:
- Notificaciones en tiempo real: Enviar alertas por SMS, correo electrónico o aplicaciones móviles sobre el estado del pedido y el tiempo estimado de entrega.
- Opciones de reprogramación y seguimiento interactivo: Para que el usuario modifique la fecha o dirección de entrega y visualice la ubicación del repartidor en tiempo real.
- Canales de atención rápida: Implementar chatbots, líneas telefónicas especializadas y atención por redes sociales para resolver dudas y problemas.
- Personalización de la experiencia: Adaptar los mensajes y notificaciones a las preferencias del cliente genera mayor compromiso y satisfacción.
- Encuestas de satisfacción post-entrega: Obtener retroalimentación inmediata ayuda a identificar áreas de mejora y fortalecer la relación con los clientes.