Mercancías peligrosas: ¿Qué son y cómo se manejan?

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Las mercancías peligrosas son aquellas sustancias o materiales que, por sus características, presentan riesgos para la salud, la seguridad, el medio ambiente o la propiedad. El manejo adecuado es necesario para prevenir accidentes y proteger tanto a las personas como al entorno.

Desde Coordinadora te queremos explicar qué son las mercancías peligrosas, cómo se clasifican y cuál es el proceso adecuado para su manejo, transporte y almacenamiento en México.

¿Qué son las mercancías peligrosas?

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-002-SCT/2011, las mercancías peligrosas son aquellas sustancias o artículos que, al estar en determinadas condiciones, representan un peligro durante su transporte o manejo. 

Dicho peligro puede manifestarse de diversas maneras, como explosiones, incendios, intoxicaciones o contaminación ambiental. Por lo tanto, es necesario entender qué características poseen estas mercancías para garantizar su manipulación de forma segura.

Las mercancías peligrosas pueden encontrarse en diferentes industrias, desde la farmacéutica hasta la química, pasando por la alimentaria y la de petróleo, sustancias que se utilizan en una amplia gama de aplicaciones industriales y comerciales, pero, debido a sus propiedades peligrosas, requieren un tratamiento especial.

Clasificación de las mercancías peligrosas

Las mercancías peligrosas se clasifican según sus características y el tipo de riesgo que presentan. En México, la clasificación sigue los lineamientos establecidos por las Naciones Unidas y está regida por las regulaciones internacionales, como el Sistema Globalmente Armonizado (SGA) y el Acuerdo Europeo sobre el Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera (ADR).

La clasificación de las mercancías peligrosas se basa en el tipo de peligro que representan y se divide en las siguientes clases:

Clase 1: Explosivos

Abarca sustancias y artículos que presentan un riesgo de explosión, como dinamita, fuegos artificiales y explosivos militares, los cuales son altamente sensibles a la fricción, el calor o impactos.

Requieren un manejo extremadamente cuidadoso debido a su potencial para causar daños graves a personas, bienes y el medio ambiente. El transporte y almacenamiento de explosivos están sujetos a estrictas regulaciones, que incluyen embalajes especiales, etiquetado claro y personal altamente capacitado para garantizar la seguridad en todas las etapas del proceso.

Clase 2: Gases

Acá se incluyen sustancias que, en condiciones específicas, pueden presentar riesgos como asfixia, explosión o toxicidad. Se dividen en tres subcategorías: gases comprimidos, líquidos a baja temperatura y gases disueltos. Ejemplos comunes son el gas natural, el oxígeno, el dióxido de carbono y el amoníaco. 

Todos estos gases requieren un manejo especializado, ya que, dependiendo de su naturaleza, pueden ser inflamables, corrosivos o tóxicos. Se usan cilindros adecuados y etiquetado conforme a las normativas de seguridad.

Clase 3: Líquidos inflamables

Son sustancias líquidas que tienen un punto de inflamación bajo, lo que significa que pueden encenderse fácilmente al entrar en contacto con una fuente de calor o chispa. Ejemplos comunes son la gasolina, el alcohol, los aceites y los solventes. 

Representan un alto riesgo de incendio y explosión, por lo que el manejo debe realizarse con precaución, utilizando envases herméticos, sistemas de ventilación adecuados y cumpliendo con las normativas de seguridad para evitar incidentes.

Clase 4: Sólidos inflamables

Se compone de materiales sólidos que pueden arder fácilmente al entrar en contacto con una fuente de calor o chispa. Entre estos se encuentran productos como el fósforo, ciertos productos químicos y materiales orgánicos como la pólvora. 

Su transporte y almacenamiento requieren contenedores resistentes al fuego y ambientes controlados para evitar ignición.

Clase 5: Materiales oxidantes y peróxidos orgánicos

Acá se agrupan sustancias que, al liberarse oxígeno, pueden causar o intensificar incendios. Los materiales oxidantes, como el clorato de potasio, y los peróxidos orgánicos, como el peróxido de hidrógeno, tienen la capacidad de reaccionar violentamente con otras sustancias, lo que puede generar explosiones o incendios. 

Deben almacenarse de manera separada de materiales combustibles y en condiciones controladas, con embalajes adecuados y señalización clara.

Clase 6: Sustancias tóxicas e infecciosas

Son materiales que pueden causar daños a la salud humana o al medio ambiente debido a su toxicidad o capacidad para transmitir enfermedades. Entre estos se encuentran productos químicos industriales, ciertos productos farmacéuticos y materiales biológicos infecciosos. 

Las sustancias tóxicas pueden causar envenenamiento por inhalación, ingestión o contacto, mientras que las infecciosas son capaces de propagarse y causar enfermedades.

Clase 7: Materiales radiactivos

Abarca sustancias que emiten radiación ionizante, la cual puede ser perjudicial para la salud humana y el medio ambiente. Acá se incluyen isótopos radiactivos utilizados en medicina, investigación y generación de energía, como el uranio y el cobalto. 

Debido a los riesgos asociados a la radiación, su manejo requiere protocolos estrictos de seguridad, incluyendo contenedores especiales y equipo de protección.

Clase 8: Sustancias corrosivas

Son materiales que pueden causar daño en los tejidos vivos o en materiales, como ácidos y bases fuertes. Ejemplos comunes son el ácido sulfúrico, el hidróxido de sodio y el cloro. Estas sustancias tienen la capacidad de destruir o corroer metales, plásticos y tejidos, lo que representa un riesgo significativo para la salud y la propiedad.

El manejo de sustancias corrosivas requiere el uso de equipo de protección personal, embalajes especiales y un control riguroso en su transporte y almacenamiento para prevenir accidentes y exposiciones.

Clase 9: Otros materiales y objetos peligrosos

Incluye una variedad de sustancias y objetos que no encajan en las clases anteriores, pero que aún presentan riesgos para la salud, seguridad o el medio ambiente. Ejemplos son productos como baterías, materiales contaminantes, sustancias peligrosas no especificadas en otras clases, y ciertos residuos industriales.

Aunque no son tan notorios como otros productos peligrosos, requieren manejo adecuado, embalaje seguro y cumplimiento de las normativas para minimizar los riesgos durante su transporte, almacenamiento y disposición final.

Regulaciones y normativas en México

En México, el manejo de mercancías peligrosas está regulado por diversas normativas y leyes, con el fin de garantizar la seguridad en el transporte, almacenamiento y uso de estos materiales. Entre las principales se encuentran:

  1. La Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal
    Establece las normas relacionadas con el transporte de mercancías peligrosas por carretera. En ella se regulan aspectos como los requisitos de vehículos, conductores y rutas para garantizar la seguridad en el traslado de estos materiales.
  2. Norma Oficial Mexicana NOM-002-SCT/2011
    Establece las especificaciones para el transporte terrestre de mercancías peligrosas en México. Regula el embalaje, etiquetado y documentación que deben acompañar a los productos peligrosos durante su transporte. También establece los procedimientos para la emergencia en caso de accidentes.
  3. La NOM-004-SCT-2-2014
    Regula las disposiciones para la seguridad del transporte de mercancías peligrosas en los sectores ferroviarios y marítimos, estableciendo especificaciones sobre vehículos, equipos y personal capacitado para manejar estos materiales.
  4. Sistema Globalmente Armonizado (SGA)
    El sistema armoniza los estándares internacionales para que los países puedan entender los riesgos asociados a los productos químicos de manera consistente.
  5. Reglamento de la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente
    Establece los criterios para la protección del medio ambiente en el manejo de mercancías peligrosas. Incluye la gestión de residuos y la prevención de la contaminación ambiental generada por estas sustancias.

Manejo adecuado de mercancías peligrosas

El manejo de mercancías peligrosas es un proceso que debe realizarse bajo estrictos protocolos de seguridad, con el objetivo de minimizar riesgos para la salud, la seguridad y el medio ambiente. Para garantizar un manejo adecuado, se deben considerar los siguientes aspectos:

Embalaje adecuado

Las mercancías peligrosas deben ser embaladas de acuerdo con sus características, para prevenir fugas, derrames o reacciones peligrosas. El embalaje debe ser resistente y estar correctamente etiquetado para identificar los riesgos asociados. En algunos casos, se debe utilizar material antichoque y que evite el contacto con otras sustancias peligrosas.

Etiquetado y señalización

El etiquetado adecuado es obligatorio para identificar rápidamente los riesgos asociados. Las etiquetas deben contener información clara sobre el tipo de peligro (inflamable, corrosivo, tóxico, etc.), el número de emergencia y las instrucciones básicas de manejo.

Capacitación del personal

Es fundamental que el personal que maneja mercancías peligrosas esté debidamente capacitado, deben tener conocimientos sobre cómo identificar, almacenar y transportar estos productos de manera segura, así como las medidas de emergencia en caso de incidentes.

Transporte seguro

El transporte de mercancías peligrosas debe realizarse bajo condiciones estrictas de seguridad, como la utilización de vehículos adecuados, con la capacitación de conductores especializados y la implementación de rutas seguras para evitar incidentes. Además, el transporte debe estar acompañado de la documentación necesaria, como el manifiesto de carga, las instrucciones de seguridad y la información de contacto en caso de emergencias.

Almacenamiento adecuado

El almacenamiento de mercancías peligrosas debe cumplir con normas específicas, como la segregación de sustancias incompatibles y la protección contra incendios. Los almacenes deben contar con sistemas de ventilación, señalización clara y equipos de emergencia, como extintores y duchas de emergencia.

Procedimientos de emergencia

En caso de un accidente o derrame, se debe contar con procedimientos de emergencia establecidos, como el uso de equipos de protección personal, la evacuación de las áreas afectadas y la notificación a las autoridades competentes. Además, se deben contar con planes para la descontaminación y recuperación del área afectada.

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